Nos reunimos con la Presidenta del Directorio YFU Chile, Anita Acevedo Ukrow, quien, desde su experiencia como exalumna, voluntaria y socia, nos contó qué es para ella YFU Chile y cómo se planteó el desafío de liderar nuestra organización, la cual ha sido parte fundamental de su vida.
¿Anita, cómo llega Youth For Understanding a ser parte de tu historia?
La corporación YFU Chile siempre ha sido parte de mi vida. Mi mamá también fue exalumna y trabajó muchos años en YFU como profesora de inglés. Crecí escuchando sus historias de jóvenes extranjeros que venían a conocer nuestra cultura y de jóvenes chilenos que habían transformado sus vidas luego de haber realizado un intercambio en Estados Unidos y Europa. También crecí escuchando lo importante que era poner atención, entender, empatizar con el otro que no nos conoce y, lo importante de ponerse en el lugar de otro frente a situaciones adversas.
En mi casa para navidad, siempre llegaban tarjetas de todas partes del mundo, con mensajes muy cariñosos de estudiantes que estuvieron o que estaban de intercambio. En ellas, agradecían la experiencia y la oportunidad de haber conocido el mundo. La más antigua que tengo es de una chica en 1994, desde USA, contando cómo por primera vez pasaba una navidad con nieve en un pequeño pueblo cerca de Michigan.
Y bueno, después me tocó a mí vivirlo, experimentar eso que tanto me dijeron y tuve una experiencia increíble en Australia. Esa experiencia me marcó en lo profundo, porque ver cómo en realidad una familia abre las puertas de su hogar, logra quererte con todos tus defectos y virtudes y te hace parte de su familia es algo tremendamente transformador.
Parte de los y las YFUers viven la experiencia del intercambio y luego se alejan de la organización. Tú decidiste seguir siendo parte activa de nuestra comunidad. ¿Cómo fue que te convertiste en voluntaria?
Ser parte de YFU Chile se me hizo natural con los años, creo que no hay nadie de mi círculo de amigos y/o conocidos que no me conozca como voluntaria de YFU.
Me sume a la comunidad de voluntariado luego de mi regreso de intercambio, participando en orientaciones, armando un Centro de Alumnos con un par de compañeros, apoyando en trasladar jóvenes desde el Aeropuerto, llevándolos a las casas de sus familias anfitrionas, etc. Con el tiempo y en paralelo a mi desarrollo como profesional, me involucré mucho más hasta llegar a ser representante de YFU Chile a través de su Directorio.
Naturalmente, mi vocación por YFU ha evolucionado en el tiempo, conforme a las transformaciones que he vivido en el ámbito personal y laboral. Sin embargo y a pesar del tiempo, la misión de unir culturas a través del entendimiento de sus jóvenes, para mí sigue estando vigente, hoy más que nunca, en un mundo que se divide y trata de no cometer los mismos errores del pasado. Esperamos ser un aporte en la búsqueda de caminos al entendimiento, en estos tiempos tan convulsionados.
Ha sido un largo camino junto a YFU Chile que de alguna forma culmina con tu nombramiento como Presidenta del directorio de la corporación, durante un periodo muy desafiante. ¿Cómo ha sido tu experiencia?
Hoy me toca Presidir YFU Chile, y lo hago con mucho cariño y responsabilidad, junto a un grupo humano de 6 Directores que provienen de diversos contextos y quienes han aportado muchísimo desde sus talentos. Cuando entré al Directorio mi intención siempre fue transformar este espacio de toma de decisiones desde lo lejano, formal y, por qué no decirlo, un poco machista, hacia un directorio mucho más cercano, mucho más involucrado y mucho más transparente de cara a nuestra comunidad. Ese ha sido mi sello en estos años, las decisiones no se toman nunca entre dos, ni a puertas cerradas, sino que de manera colaborativa y que cada persona sienta que su aporte es real y concreto en esta organización.
En este sentido, el rol de los socios de YFU es tremendamente relevante. A través de sus visiones y su aporte, logramos tener una comunidad unida, y permite que apuntemos en la dirección correcta respecto de nuestra misión. La asamblea de socios para mí no es sólo un espacio en donde se da muestra de la gestión anual, sino que es un espacio de escucha, de compartir visiones distintas, de proponer ideas innovadoras y también de volver a las bases, a lo esencial, a revisar el impacto que podemos generar en la vida de personas jóvenes, por ejemplo, al entregar una beca de Intercambio. A su vez, tiene gran potencial para construir una mística de trabajo en red que haga crecer a YFU aún más. Tengo la intención de generar un espacio de colaboración entre socios que sea permanente en el tiempo, algo que nos permita conectar más seguido con nuestros compañeros (digo compañeros porque yo también soy socia) y que también genere un sentido de pertenencia mucho más profundo y cercano.
En esta nueva etapa, ¿cuál crees que es tu propósito en YFU?
Siento que mi propósito en YFU Chile es relevar la capacidad humana de nuestro equipo para ir más allá de las fronteras de lo posible y apoyar las iniciativas de quienes se han puesto la camiseta por nuestra organización. En ese mismo sentido, me gustaría que YFU Chile se posicionara como un ejemplo de perseverancia, constancia, compromiso y gestión de excelencia en nuestra región y en el mundo. En estos últimos cuatro años fuimos capaces de sobrellevar crisis de todo tipo, desde la pandemia del COVD 19, hasta el actual conflicto en Ucrania, confiando en la capacidad de cada profesional que trabaja en YFU Chile y habiendo hecho un trabajo anterior que nos permitió estar preparados económica y estratégicamente. Eso me hace ver y creer firmemente que podemos llegar aún más lejos. Nuestra misión de llevar entendimiento a las naciones a través de las y los jóvenes, sigue vigente y creo que tenemos el deber moral de continuar trabajando para que esa misión siga viva en nuestro país y en el mundo.