Durante el mes de agosto, tuvimos la fortuna de contar con el apoyo de nuestra Representante de Zona de Puerto Montt, Pamela Campos, en el marco de su práctica profesional. Pamela, es estudiante de su último año de Ingeniería Comercial en la Universidad Austral de Chile, y su historia con YFU comienza el año 2013 cuando vivió un año de intercambio en Dinamarca, donde se maravilló con sus costumbres y visión de vida. Por supuesto, que también con el famoso “hygge” danés.
En su práctica con nosotros, junto con colaborar en labores logísticas y administrativas, desarrolló un plan de marketing para el programa Inbound, entrevistando a ex-alumnos, voluntarios y directivos de nuestros programas partners. También revisó las diferentes estrategias utilizadas por nuestros partners para promocionar a YFU Chile como destino de estudios.
A continuación, en palabras de Pamela, descubrimos más sobre su relación con YFU:
Cuéntanos un poco de tu intercambio, ¿Cuáles fueron los aprendizajes más importantes, ¿Cómo recuerdas esta experiencia?
Viajé el año 2013 (enero a diciembre) a Dinamarca. Mis principales aprendizajes fueron en términos de bienestar, que se debe dedicar tiempo para uno mismo y disfrutar de mi propia compañía, poder ver la vida de una manera más simple y al mismo tiempo valorar y apreciar los pequeños momentos en familia y amigos, siempre acompañado de un momento «hygge» (palabra danesa que hace referencia a una emoción, situación o sentimiento acogedor y agradable).
Recuerdo esta experiencia con mucho cariño y admiración, tuve una familia anfitriona maravillosa que estuvo siempre dispuesta a apoyarme en todo lo que necesitaba, me llevaron a galerías de arte, bibliotecas y a paisajes maravillosos, ¡todo lo que me encantaba! y realmente lograron que me sintiera parte de una familia y de una cultura. Sin duda uno de mis destacados de aquel año fue haber tenido la posibilidad de haber asistido a clases de danza, la cual siempre ha sido muy importante en mi vida y una de mis grandes aspiraciones era poder continuar con ese aprendizaje en Dinamarca. Gracias al lenguaje de la danza pude comunicarme, conocer a nuevas personas y conectar con ellos sin decir ni una palabra. Fue un punto muy importante en mi proceso de adaptación.
Puedo decir que siempre he sido una persona muy sociable, pero haber tenido la oportunidad de llevar a cabo esta experiencia me ayudó a fortalecer mucho más eso de mi personalidad, ya que me encontraba en un ambiente desconocido del cual tenía mucho que aprender.
Finalmente, recuerdo que siempre sentí mucha libertad en Dinamarca, pero eso también implicaba una gran responsabilidad. Descubrí que la confianza es fundamental en las relaciones personales y que eso puede trascender a una estudiante chilena de 17 años.
¿Cómo crees que haber vivido el intercambio te convirtió en la persona y profesional que eres hoy?
El intercambio me ayudó a desarrollar las competencias con las que ya contaba en mi formación escolar y familiar, como también me entregó herramientas que me permitieron desarrollar competencias nuevas para desenvolverme en el mundo profesional. Aprendí, en primer lugar, a comunicarme sin tener las palabras necesarias, ya que el danés era un idioma absolutamente desconocido para mi, y si bien sabía inglés desde el colegio, tenía un vocabulario limitado en situaciones en las que me preguntaban sobre la historia de Chile y se interesaban por la situación política, por lo tanto, tuve que aplicar muchos ejemplos acompañados del lenguaje corporal. Así también, aprendí que el orden es indispensable para todo,, que en la vida hay que tomar riesgos y que al mismo tiempo debo confiar en mí y en mis capacidades para lograr mis objetivos. Por otro lado, haber vivido Copenhage me permitió tener una visión mucho más integral debido a la multiculturalidad que se presenta en esa ciudad. El respeto, la tolerancia y la empatía son valores que se presentan en la calidad de vida danesa y son los que he llevado a la práctica en mi día a día. Como profesional siempre se va a estar en contacto con personas nuevas en la organización, quienes también son «extranjeros» como yo alguna vez lo fui en mi país anfitrión, por lo que he hecho mi mayor esfuerzo en ser una persona y profesional empática, dispuesta a trabajar en equipo, siempre respetando la opinión de los demás.
¿Cómo proyectas tu labor como RRZZ en Puerto Montt?
Espero poder aportar con la descentralización de actividades para estudiantes, voluntarios, familias anfitrionas y comunidades escolares. Me encantaría poder realizar actividades como la «fondeichon penquista» en el sur de Chile. La región de Los Lagos es una zona hermosa, cuenta con volcanes, ríos, lagos y parques nacionales, donde se pueden desarrollar muchas actividades para interiorizarse en la cultura chilena ¡la gastronomía es altamente recomendada!
Como YFU Chile, estamos muy agradecidos del aporte de Pamela durante estas semanas, y estamos seguros que tendrá mucho éxito donde sea que se desempeñe a futuro.