Somos Jacqueline y Cristian, formamos parte de la familia YFU hace 11 años y somos representantes de zona en Santiago.
En Octubre de 2016 nos unimos a un proyecto que nos pareció muy interesante: una escuela de español para haitianos en Quilicura. Ésta había cumplido un poco más de un año y contaba con alrededor de 200 alumnos, habiéndose iniciado sólo con una quincena de ellos, por iniciativa de dos amigas del área lingüística que habían cursado un Diplomado de especialización en enseñanza de español para extranjeros en la Universidad Católica.
La Fundación y Escuela se llama Jean-Jacques Dessalines, en honor al héroe haitiano que logró la independencia de su país del dominio francés el 1º de Enero de 1804. La independencia de Haití fue un hito en la historia de América, pues fue la segunda nación libre del continente, y se convirtió en un símbolo al considerarse su revolución como la primera y única de esclavos negros. Este hecho, sin duda, explica en gran parte una larga secuencia de eventos e intervenciones que finalmente han hecho que sea un país muy empobrecido, y que ha generado una población migrante que en Chile se acerca a las 180.000 personas.
Nuestro proyecto busca darles un español de buena calidad, con niveles siguiendo el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas, y además actuamos como intermediadores culturales de manera de facilitar su integración a la sociedad chilena. La Municipalidad de Quilicura nos facilita el uso de una escuela pública todos los domingos desde las 16.30 a las 20.00 hrs., de Marzo a Diciembre, siendo la única ayuda que recibimos del Estado. El financiamiento se sustenta en donaciones y los voluntarios, difíciles de conseguir, son en su mayoría jóvenes estudiantes universitarios o egresados, quienes son debidamente capacitados por nosotros mismos. Alumnos egresados de nuestra escuela también forman parte del equipo de monitores.
Nuestros estudiantes son personas de mucho esfuerzo que ven limitadas sus aspiraciones de progresar por no saber español y, además, enfrentar un medio que no es siempre amistoso con el inmigrante y menos por su color de piel. Para nosotros ha sido una labor de mucha satisfacción, y nos llena de orgullo constatar su progreso a medida que pasan los meses, posibilitando mejores trabajos y, para alumnos destacados, becas para perfeccionar su español en la Universidad de Chile. También varios de nuestros estudiantes están ingresando a la educación superior y algunos profesionales están desarrollando sus propios emprendimientos.
Estamos convencidos que ser ciudadano global también implica acoger al inmigrante, no importando su origen ni raza, para hacer este mundo un poco mejor.
Ahh… el título está escrito en creole y significa “¡Todos somos hermanos!”.