Estudiante de Intercambio en EEUU en 1991-1992
Mi mensaje para los jóvenes que van hoy de intercambio es que no desperdicien ni un minuto de la estadía en el país de destino. Que absorban al máximo la cultura, idioma y la esencia del país en el que vivirán durante ese año.
Mi experiencia fue inconmensurablemente enriquecedora. Esto en el sentido que me conocí a mi mismo desde otro punto de vista. Maduré mucho más rápido que mis contemporáneos que quedaron en Chile. Abrí puertas que de otro modo jamás hubiese podido abrir como, por ejemplo, mi familia anfitriona que hasta el día de hoy me escribe y llama por teléfono para saber como estoy. Recuerdan mi cumpleaños y me envían saludos para la Navidad y Año Nuevo. Es indescriptible poder tener dos familias que me quieren y apoyan en forma incondicional aunque con una de ellas no tenga lazos sanguíneos. Dos Mamás que me quieren, dos papás que me entienden y mis hermanos y hermanas que siempre se preocupan por mi. Sin contar lógicamente que me convertí en ese tiempo en angloparlante otorgándome una llave maestra que abre todas, todas las puertas del mundo. Mi año de intercambio fue en el período 1991-1992 en Saginaw, Michigan.
Hoy estoy radicado en Estocolmo, Suecia. Trabajo en un hogar con gente mentalmente discapacitada y estudio en la escuela de adultos para continuar estudios superiores. La lengua Inglesa me ayudó en mis primeros años en Suecia hasta que aprendí el idioma local. Sin embargo, considerando que solamente los suecos hablan este idioma, toda la población sueca se ha adaptado al mundo y hablan inglés fluido.
Mi mensaje para los jóvenes que van hoy de intercambio es que no desperdicien ni un minuto de la estadía en el país de destino. Que absorban al máximo la cultura, idioma y la esencia del país en el que vivirán durante ese año. Respeten y acepten las diferencias de costumbres, después de todo, nadie los obligó a estar allí, pero ya que lo están, aprovechen ese tiempo a tope. La experiencia los dotará de herramientas que pueden ser muy útiles en el futuro. Piensen positivo y actúen de acuerdo a la sociedad en la que están inmersos. “Al país que fueres, haz lo que vieres” (por supuesto dentro de los límites)