Entrevistamos a nuestra ex alumna y destacada voluntaria, Valeria Hernández, Ingeniera Civil Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien actualmente es estudiante de postgrado en la misma casa de estudio. En agosto del 2011, Valeria tuvo la oportunidad de realizar su intercambio en Kansas, Estados Unidos y hoy nos cuenta cómo ha sido su vida en pandemia.
¿Cuéntanos un poco de tu intercambio, cuáles fueron los aprendizajes más importantes, cómo recuerdas esta experiencia?
El intercambio fue una excelente experiencia. Me tocó una extraordinaria familia anfitriona con la cual mantengo contacto hasta el día de hoy.
Tuve suerte desde que llegué a Kansas. El mismo día que llegué al aeropuerto, mi familia anfitriona despedía a su hija, quien viajaba de intercambio también a Ecuador. Todos sus amigos fueron a despedirla, lo cual me sirvió para conocerlos y hacer amigos desde un principio.
Por otro lado, a lo largo de mi intercambio pude contar con unos padres anfitriones muy partners, los cuales me brindaron mucho cariño y apoyo. A su vez, también me hice muy amiga con otra estudiante de intercambio YFU, Jule, que provenía de Alemania. Ella se transformó en una gran amiga y compañera de intercambio.
¿Cómo crees que haber vivido el intercambio te convirtió en la persona y profesional que eres hoy?
El intercambio me ayudó mucho a crecer como persona y a conocerme. Desarrollé una gran capacidad de adaptación y pude comprender que después de la tormenta, usualmente llega la calma. Asimismo, esta experiencia me abrió los ojos al mundo y despertó mi interés por aprender de distintas culturas y formas de ver la vida. Esas ganas de querer conocer lo distinto siguen conmigo y es una de las razones fundamentales por la que después, en el año 2016, decidí realizar una pasantía en YFU Flanders, en Bélgica. Dicha experiencia fue muy enriquecedora, se transformó en un segundo intercambio, pero esta vez tenía 21 años, más segura e independiente.
¿Cómo ha impactado la pandemia en tu vida personal y en tu trabajo?
Pude sobrellevar el 2020 sin mucha dificultad dado que la incertidumbre colectiva no dejó espacio para expectativas. Sin embargo, este año ha sido un poco distinto, ya que esperaba que la situación estuviera mucho más controlada debido a las vacunas. La vuelta a las cuarentenas ha sido más compleja de llevar de lo que esperaba. Mi expectativa para este año estaba mucho más apegada a un año más tradicional. Sin embargo, he tenido que volver a adaptarme a nuestra realidad. La pandemia ha sido desafiante en distintos ámbitos. En particular, he tenido que aprender a manejar la convivencia familiar ya que hasta ahora no habíamos tenido que convivir todo el día, todos los días. Por tanto, hemos tenido que desarrollar nuevas dinámicas de convivencia.
Desde el punto de vista académico, he tenido que aprender a ser más diligente y desarrollar habilidades de auto disciplina ya que hasta ahora, siempre había estudiado con más personas por lo que he tenido que aprender a motivarme y a cumplir con mis obligaciones de manera más autónoma.
¿Crees que tu intercambio YFU te preparó de algún modo para sobrellevar la pandemia?
De todas maneras. Muy similar al año de intercambio, la pandemia ofrece amplios espacios de autoconocimiento, de exploración y de búsqueda de cosas nuevas. He podido potenciar herramientas emocionales que me han ayudado a identificar mis sentimientos e incluso adquirir nuevos hobbies como el gusto por la cocina. Gracias al intercambio fue más fácil adaptarme a la incertidumbre que esta pandemia plantea.